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EL ORIGEN DE LOS ESTUCOS


Es confuso el origen de los estucos, aunque el término procede de los romanos y lo asociamos con una época en la que hubo un gran esplendor y desarrollo de sus técnicas en el Renacimiento, es seguro que el uso de la cal como mortero o como revoco se remonta a la noche de los tiempos.

Los palacios asirios, el uso de morteros de cal y yeso de la pirámide de Keops y las tumbas de Tebas, griegos, romanos, y fuera de Occidente mayas e incas en América y las primeras dinastías chinas e indias, nos dan una idea de cómo la Humanidad pronto supo apreciar las virtudes de la cal.

La civilización romana contribuyó de una manera decisiva al desarrollo de las técnicas de fabricación de la cal y puesta en obra de los estucos, popularizando y extendiendo la técnica por todo el imperio.

El tratado de construcción del arquitecto romano Vitrubio, en el siglo I a.C. es una referencia básica en el tema, con amplias descripciones sobre las mezclas de los morteros y técnicas de estucado del momento. Prueba de la gran calidad que se alcanzó son los magníficos estucos encontrados en Pompeya.

A partir de aquí con la desaparición del Imperio Romano, que actuaba como transmisor de lo que hoy llamaríamos una normativa sobre el proceso correcto, se pierde el criterio común y cada región sigue su propio camino, variando mucho en cuanto a calidad del mortero y formas de aplicación.

En España, bajo la influencia musulmana se realizan grandes trabajos en esgrafiados, frescos, etc. De los que La Alhambra y otros muchos monumentos andaluces son buenas muestras.

En el Renacimiento se asiste a un gran auge de los estucos, ejemplo de lo cual son las villas construidas por el arquitecto Palladio en la región del Véneto, donde el estuco era un factor determinante.

En el Barroco el estuco altamente desarrollado tiene un importantísimo papel, llegando a constituirse como un arte de la misma categoría que la pintura o la escultura. Los estuquistas llegaban a determinar decisivamente el carácter de los espacios, un excelente ejemplo del tardo - barroco lo encontramos en la sacristía de La Cartuja granadina.

De aquí hasta nuestros días los estucos siguen evolucionando y formando una parte esencial de la estética de la arquitectura; a pesar de esto en las últimas décadas del s. XX se empieza a perder el uso de estas técnicas, al ir desapareciendo los estuquistas al igual que ha sucedido con tantos oficios tradicionales. Seguramente el coste elevado que supone cualquier trabajo artesanal en nuestros días y la aparición de nuevos materiales que empezaron a imponerse a finales del XIX como básicamente el cemento Portland, han sido factores decisivos para la progresiva disminución en el uso de estas técnicas y materiales cuya nobleza y calidad ha quedado ampliamente demostrada, frente a materiales de dudosa evolución, desde hace milenios.

El arte del estuco es una de las manifestaciones más brillantes del uso de la cal y es posiblemente la más sofisticada y antigua.

Cada vez son más los profesionales que ponen en tela de judicio los efectos que pueden ocasionar los cementos y resinas de sintesis. Frente a la corta vida de estos nuevos materiales el empleo de la cal se remonta a los primeros tiempos de las civilización.

La cal absorbe muy bien las dilataciones y contracciones de la fachadas o paramentos, ya que es un material muy elástico, siendo una necesidad estucar incluso las fabricas de ladrillo para conservarlas y preservarlas ante las inclemencias del tiempo por desgastes.

El estuco es de una gran complejidad técnica, sus morteros varian en su composición segun los objetos deseados, si son para exteriores o interores, según las imitaciones marmóreas o figuradas que desarollen o si se complementas con elementos decorativos volumetricos. Las técnicas de estucos, muy conocidas en las culturas Greco-Romanas, fueron recuperadas al final del medioevo, y se atribuye en Italia este hecho a finales del siglo XVIII.

A parte de la fabricación artesanal de los morteros con materiales naturales (Cal, arena de marmol, pigmentos, etc.) importamos de la región del Veneto (Italia) pastas ya envasadas y toda una gama completa de productos para la restauración, rehabilitación y obra nueva en fachadas e interiores.

Propiedades de los morteros a la cal


Flexibilidad, con una gran absorción de dilataciones y contraciones. Alta resistencia mecanica. Traspirabilidad, permitiendo una buena relación osmotica, antiseptica y funghicida, aislante y termoreguladora natural, durabilidad y belleza en sus acabados.

Acabados mas usuales de estuco a la cal


FACHADAS: Enlucido, Llagueado, Labrado en sillares, Esgrafiado, Marmorino, Intonachino

INTERIORES: Destonificado, Estuco Marmol, Rasatura, Grassello, Marmorino

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Read 2554 times Last modified on Jueves, 23 Enero 2014 12:42